La figura futbolística de Manuel Rivera Martorell, nacido en La Graña (Ferrol), el 3 de Octubre de 1904, es una de las más evocadas de la historia racinguista. Ha sido, sin duda, uno de los más importantes jugadores que aportó el fútbol ferrolano. Se le definió como el mejor medio centro que dio Galicia. Nunca quiso abandonar su ciudad natal a pesar de haber tenido importantes ofertes de varios equipos españoles. Su trayectoria como jugador estuvo prácticamente unida al Rácing de Ferrol, excepto dos temporadas (1933-1934 y 1934-1935) que militó en el Deportivo de La Coruña. No alcanzó la internacionalidad, pero si estuvo preseleccionado para el encuentro España-Hungria, sin llegar a figurar en la selección definitiva, al decidir el trío seleccionador (de 1924 a 1927) Cabot-Castro-Mateos alinear al medio centro Gamborena, del Real Unión de Irún.
Por aquella época Rivera era requerido por los equipos gallegos cuando tenían importantes compromisos amistosos internacionales. Con el Deportivo viajo a tierras levantinas para enfrentarse al Boca Junior argentino y solicitó el concurso del jugador racinguista. En 1928 el Celta realizó una gira por América y allí estuvo Rivera reforzando las filas celtiñas. También el Eiriña de Pontevedra realizó una gira por Valencia y Sevilla, con la incorporación de Rivera como refuerzo.
El día dos de Mayo de 1924, el Deportivo de La Coruña se enfrentó a la selección de Uruguay y el conjunto coruñes solicitó al Rácing la cesión de Manolo Rivera. Ganaron los uruguayos ,por 3-2, que por aquella época eran la mejor selección mundial ,ganando el oro olímpico en Paris (1924), Amberes (1928) y el mundial de 1930. En las crónicas del partido se leía : gran partido del Deportivo ante la mejor selección del mundo. Bajo la perfecta dirección de Rivera y González pusieron en puros al potente rival.
Manolo Rivera fue, en toda la extensión de la palabra, un auténtico caballero del deporte. Dentro y fuera de los terrenos de juego, siempre fue un ejemplo de caballerosidad. Los técnicos resaltaban sus excelentes condiciones futbolísticas. Situado en medio campo, Rivera era el eje sobre el que giraban sus compañeros. Su colocación, su visión de la jugada y su excelente juego de cabeza, eran videntes. Rivera era corpulento, alto, recio. Era casi invulnerable en el juego por alto. Como compañero inmejorable.
Fue integrante asiduo de la selección gallega. La Federación Gallega le concedió la Medalla del Mérito Deportivo.
En el transcurso de la temporada 1937-1938, Manolo Rivera se vio obligado a abandonar el fútbol. Así relataba su retirada:durante nuestra guerra civil, en la Copa General Aranda que disputaban Celta, Deportivo, Eiriña y Rácing, nos enfrentamos al Eiriña en Pontevedra. En pleno partido sentí un ahogo grande que me obligó a salir del campo. Me dijeron que padecía una lesión de corazón y que debía abandonar el fútbol. Figúrate, dejar para siempre lo que había sido mi gran ilusión. Fue terrible. En el coche de regreso a Ferrol lloraba sin poder contenerme.
Al verse obligado a dejar el fútbol activo, Rivera encauzó su vida laboral en La Maestranza donde era ayudante de la Junta de Deportes de la Marina de Guerra, en Ferrol. Fue seleccionador-entrenador del equipo militar. Pero Rivera compaginó sus tareas laborales con su continuidad como integrante de la entidad racinguista, donde siguió siendo toda una institución. Realizó funciones de entrenador, ayudante de entrenador, Secretario técnico, Directivo, Delegado de equipo etc. etc. Falleció en Diciembre de 1952, cuando desempeñaba las funciones de masajista. Se acababan más de treinta años de la unión Rácing de Ferrol - Manolo Rivera.
Su nombre quedó perpetuado en el remozado campo del Inferniño , que a partir de 1953 pasó a denominarse Estadio Municipal Manuel Rivera. Durante más de cuarenta años el recinto racinguista ostentó su nombre, hasta que fue derribado en 1993 y el equipo pasó a jugar en La Malata . En el cambio se olvidó su nombre. En la Voz de Galicia, del 27 de Noviembre de 1992 se relataba lo sucedido en un pleno municipal donde se debatió el nombre de nuevo recinto de La Malata. Así se relataba lo sucedido en el pleno : Por último, se trato la denominación del nuevo estadio de A Malata, que tuvo una propuesta del PP para que se nombrara como Estadio Municipal Nuevo Manuel Rivera, aunque el equipo de Gobierno (PSOE) quería que llevase el nombre de Ferrol, por lo que el PP aceptó que fuese Estadio Municipal de Ferrol ,Nuevo Manuel Rivera, a lo que el BNG pidió que fuera Novo y no Nuevo. Discusiones sobre el nombre, falta de entendimiento de los ediles, y definitivamente no se llegaría a ningún acuerdo"
Fueron pasando las fechas y hasta hoy. Definitivamente desaparecería la denominación de Manuel Rivera de los campos municipales. Así de sencillo y lamentable.
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